La eterna pregunta sobre las proteínas.



Todo aquel que no coma carne o coma muy poca se habrá enfrentado más de una y más de dos veces a una de las preguntas más habituales sobre la dieta vegetariana: ¿Y las proteínas? ¿De dónde obtienes las proteínas necesarias? Muchas veces acompañada de un tono que denota cierto interés por parte de quien la formula, de hacerte ver que es probable que no estés bien nutrido… Pues bien, yo tengo clara una cosa: aquel que decide no ingerir carne y pescado, lo hace por una causa determinada, y ya esté esta mejor o peor justificada, lo cierto es que está dando un paso adelante a favor de su salud y creo que este paso lleva unido otro muy importante: el de la información sobre nutrición. Pues ser vegetariano no quiere decir que simplemente haya que alimentarse a base de vegetales y ya está. Alguna vez he conocido a gente que se ha propuesto dejar de comer carne y ha notado cómo se debilitaba progresivamente ¿por qué? Parece ser que se habían alimentado a base de lechuga, como los caracoles…
Lo primero que hay que hacer, es tener en cuenta que hay que cuidar muy bien lo que comemos cada día, al principio es algo consciente y que hay que planificar, hasta que llegue el momento en el que la alimentación saludable  y vegetal forme parte de un hábito.
 Uno de los aspectos a tener muy en cuenta es la ingesta adecuada de proteínas. Ya la etimología de la palabra nos da una gran pista: proviene del griego πρωτεῖος (proteios) que significa primario o de “primera importancia”. Hay quien considera que son más nutritivas las de origen animal, pues su valor biológico es mayor, pero eso no quiere decir que consumir solo proteínas de origen vegetal sea nocivo, ni mucho menos. Por otra parte, las proteínas vegetales contienen mucha menos grasa saturada y menos colesterol, lo que demuestra sus innumerables ventajas.
El “truco” para que las vegetales adquieran un valor biológico equivalente a las de origen animal, consiste en mezclarlas entre sí, combinando legumbres con frutos secos o cereales; así, por ejemplo, si tomamos un vaso de leche de soja (legumbre) con cereales, estamos obteniendo una gran cantidad de proteínas. Tan sencillo como esto…
Para encontrar alimentos ricos en proteínas no hay que buscar mucho, están en nuestra dieta habitual: las lentejas, los pistachos, las nueces, los piñones, los guisantes, las alubias, la levadura de cerveza etc., y cómo no, “nuestra querida soja” en todos sus formatos (leche, tofu, texturizada, tempeh…).
Aquí dejo el  enlace de una página en la que indica varios ejemplos de complementación proteica
Y otro con un artículo de Josep Vicent Arnau (naturópata) llamado "Dónde encontrar proteinas vegetales".


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